Dentista

Normalmente es debido a una caries que avanza por mucho tiempo, los dientes o muelas pueden infectarse si está caries llega a hacer contacto con el nervio de tu diente, si esto ocurre, tendrás etapas de dolor, sensibilidad con alimentos fríos, dulces o calientes e incluso inflamación.
 
La endodoncia evita que los dientes o muelas tenga que ser extraídos de tu boca, eliminando las bacterias y tejidos que causan estos malestares, removiendo el tejido pulpar o “Nervio” que se encuentra en la parte más profunda de tus muelas, dejando una estructura limpia y sana en el diente, para que posteriormente se puedan iniciar el proceso de restauración o rehabilitación. 
 
Así tus dientes permanecerán en tu boca cumpliendo su función de masticación y estética.

Entre otras causas menos comunes (en comparación a la caries) por las cuales se puede necesitar una endodoncia o tratamiento de conductos son:
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• Traumatismos o golpes en la boca
• Por requerimientos protésicos (tu diente necesita de una corona dental)
• Enfermedades periodontales muy avanzadas (problemas de encía)
• Hipersensibilidad dental 
• Retratamiento (casos en los que una endodoncia previa no fue realizada de manera correcta por otro dentista y se tiene que repetir)

Un tratamiento de Endodoncia normalmente requiere 1 o 2 visitas con el endodoncista. Manejando una correcta anestesia para que no exista molestia durante y después del tratamiento, ayudados de la tecnología más actual dentro del equipo dental, como: 
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• Radiografías digitales (por computadora)
• Equipos mecanizados, los cuales hacen la endodoncia más rápida y segura
• Localizador de forámenes (nos determina hasta donde trabajar tu diente sin la necesidad de tantas radiografías)
• El uso de el microscopio dental (el cual nos permite ver adentro de tu diente)

Este es un equipo que nos da una magnificación o visión muy clara de tu diente, la cual nos permite ver toda la parte interna de la pieza a tratar, asegurándonos el poder limpiar todos los conductos del nervio dentro de tu muela.

Este en realidad es un mito, al hacer la endodoncia o tratamiento de conductos le estas dando la oportunidad a tu diente de seguir en boca y evitando la extracción.

Posterior al tratamiento de conductos será necesario rehabilitar el diente o muela, ya sea a través de una restauración directa (resina) o un material que sea procesado en el laboratorio (incrustación o corona), con el fin de sellar tu diente y que esté protegido durante la masticación, evitando filtraciones, fisuras o fracturas.

El endodoncista cuenta con la capacitación, habilidad y práctica necesaria para poder realizar Endodoncias, tanto los procedimientos de “rutina” como aquellos casos más complejos, en los cuales la experiencia del dentista hace la diferencia en tu tratamiento.